Sociedad y confianza: errores comunes
Es recomendable no mezclar espacios de lo laboral y lo personal, a menos que las personas con las que te estás asociando sean formales y con un grado de madurez laboral.
No te confundas: La confianza puede llegar a romper sociedades cuando el grado de permisibilidad sobre ciertos valores o modos, supera el límite, comúnmente desconocido, por la contraparte.
Cuando comienzas a establecer lazos de confianza con socios, es común que cometas errores, ten cuidado de que estos no superen su grado de permisibilidad o el tuyo.
Tener confianza no significa que te puedas permitir faltar a los acuerdos establecidos. Si quieres que la contraparte te perciba como una persona profesional y “de palabra”, no hay de otra, debes cumplirlos.
Si algo es cierto es que un líder cumple lo que promete. De otra manera es falaz y carente de confianza (también aplica en la política y las relaciones de pareja).
La confianza se construye con base en la comprobación de un mecanismo bilateral, en donde existen un valor (compromiso) y un factor (acción-resultado).
La confianza en los negocios es líquida. Se acumula en el otro generando peso en nosotros mismos y la contraparte, pero se puede evaporar en un instante, cuando los fuegos arrecian y la permisibilidad merma.
Cuidado como manejas tu palabra en los negocios, haz que tenga valor siempre. Y entrega lo más que puedas.
Es muy fácil y probable, que si dijiste algo y no lo cumpliste en materia de sociedad, las personas decidan no volver a hacer negocios contigo. Al menos no de la misma manera, ni con la misma confianza, pues las has defraudado, y el nivel de percepción sobre tu liderazgo ha cambiado frente a ellos, no importando el resultado, no importando sólo la forma o el fondo, pues uno es tan importante como el otro en materia de percepción.
Por ello te recomiendo que “de inicio” no mezcles espacios de lo laboral y lo personal, a menos que sepas que las personas con las que te estás asociando son formales y con un grado de madurez laboral lo suficientemente alto como para distinguir dichas esferas.
Esto sucede mucho, cuando amigos se asocian y confunden esferas de “confianza”.
Pues cada factor o valor que podemos definir como un grado de confianza, funciona diferente en distintas esferas, y se ve bien o mal de acuerdo a la valoración de la permisibilidad personal.
Los seres humanos valoramos de forma distinta los factores involucrados para cada ámbito o esfera: Personal, laboral, pareja, familia etc. Por lo tanto nuestra permisibilidad cambia de una a otra esfera.
Por ejemplo, algunas personas son extremadamente puntuales en su vida laboral, no lo son en ámbitos de familiares o de amistades (Cosa que no apruebo, pero sucede) el nivel de permisibilidad con respecto a un mismo comportamiento: “Llegar puntual” cambia y se valoriza diferente de lo laboral a lo familiar, o de la pareja a lo laboral. Así pues hay quienes no soportarán jamás la impuntualidad de sus socios, pero sí de sus parejas, o viceversa.
Por ello podemos valoramos diferente y/o más o menos permisible cada factor como “puntualidad” “lealtad” “compromiso” etc. Por cada esfera planteada.
Ten cuidado las estructuras de exponenciación y el apalancamiento de recursos no significa colgarte del otro para que haga ciertas cosas, y “perderte en el camino”, mientras el otro lo hace. Este es otro error común de emprendedores y empresarios que desgastan sus relaciones de manera rápida.
Involúcrate en el proceso de crecimiento tuyo y de terceros. Si aquellos están resolviendo algo que es propicio para tu negocio y/o el de ellos. Pues si no lo haces, parecerá que para ti el apalancamiento es simple y sencillamente abusar de las situaciones y mecanismos de intercambio en la negociación. Cuidado tus socios pueden sentir esto como abuso.
Así que ya sabes, cumple los compromisos laborales con tus socios, no sólo en el fondo o en el resultado sino también en la forma.
Es la forma, en muchas muchísimas ocasiones, la que termina por separar a las personas.
Nos separamos de quienes no valoran como nosotros, de quienes no tienen los mismos valores que nosotros, de quienes sus escalas son distintas. Y nos acercamos a personas que tienen un esquema de valor similar al nuestro.
Pregúntate: ¿Qué estoy entregando en materia de confianza y seguridad para mis socios o colaboradores?
Porque al final del día, atraerás por la regla anterior, a personas que valoricen como tú y eso influirá en tu éxito futuro.